Cartero escritor.

 Últimamente no suelo escribir en mi blog. Para no perder la costumbre, me permitiré hacer algunas recomendaciones de los libros que me vaya leyendo y por supuesto me gusten. Aquí os dejo la última novela que acabo de terminar. Tiene intriga, amor y un asesinato para los lectores de novela negra. Sin duda engancha, y tiene un gran final. Pero para averiguarlo, deberas comenzar desde el principio. Recomiendo igualmente mis novelas cortas, que podréis encontrar en Amazon. "La guerra deja huella" "El reloj del bisabuelo"

  A quel día al anochecer, estaba inspirado y comencé mi nueva novela. Solitario ante mi pantalla del ordenador, quería expresar todas mis emociones, todas mis ilusiones que estaban dentro de mi cabeza. Sin duda, querían ser plasmadas en aquella hoja en blanco. Que sencillo parece, pero que gran dificultad tiene escribir tantas pasiones, y que al final, el lector las perciba. No son simples letras ni sencillas frases. Tiene que ser; una verdadera sinfonía de párrafos entrelazados entre si. Para cuando cualquier lector abra aquel libro, se encuentre con un mundo imaginario o real; que le trasporte a un destino distinto en el que él, en ese momento se encuentra. Además, cuando empiece su lectura, que su imaginación le aporte muchas y diversas sensaciones. Con algunos párrafos, se sienta dichoso, con otros desilusionado y en ocasiones, se ría a carcajadas. De un escritor, no solo esperes buena caligrafía, o mejor ortografía, o que sea un gran lingüista. Como lector, busca de un escrit...

Con aquel último esfuerzo, lo logré y realicé un sueño. Con aquel último esfuerzo, comprendí todo su sacrificio. Dio significado a cada palabra, que con su amor me transmitía. Dio significado a cada sílaba, que constantemente repetía, y sin embargo yo no escuchaba. Cuántos disgustos sufrió, pero ella nunca me reprochó. Cuántas veces la criticaba, pero ella más amor me dio. Ignorante de mí, que no lo veía. Pero cuando sentí a mi niño, la comprendí de inmediato. La gran mujer que siempre fue, y como madre es insuperable. Jacinto Benito Martín ©© El reloj del bisabuelo

Para entender mejor que es un haiku, lo explico un poco. El haiku es un género poético de origen japonés. Tiene que tener una estructura específica.  Los haikus se escriben en tres versos sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente. Los haikus tradicionales, debe contener un kigo.  El kigo es una palabra o expresión que indica la época del año a la que se refiere un poema. Os dejo mi haiku, que se puede catalogar como tradicional. Otoño sin flor hojas secas al viento la savia duerme. 花のない秋 風に乾いた葉 樹液は眠る。 Hana no nai aki-fū ni kawaita ha jueki wa nemuru. Jacinto Benito Martín

( El  haiku  es un género poético de origen japonés). Un nuevo día la luna se escondió el sol brillante. 新しい日 月が隠れた 明るい太陽 Atarashī Ni~Tsu tsuki ga kakureta akarui taiyō Jacinto Benito Martín

Quiero respirar sin más,  no aguanto más el bozal. Quiero respirar sin más, pero si no quiero ir al hospital, me pongo mi mascarilla nada más. Jacinto Benito Martín ©©

Cuantas veces le pedí callar, cuantas veces me volvió loco. Pedía estar un segundo en silencio, y no sabía como hacerla callar. Sin embargo cuando ella creció, dejó a nuestro hogar huérfano, y el silencio ganó la batalla al ruido. No sabía que el ruido daba alegría, no sabía que el silencio daba pena. Porque ella y su ruido, eran la vida. Jacinto Benito Martín.©©. Julio 2020 <script data-ad-client="ca-pub-2687716789531082" async src="https://pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js"></script>

No quiero hoy escribir ningún poema, ningún relato de ficción. Hoy quiero relatar un hecho real.  ¡Uff…! Los hombres, el ser humano, ¿cuánto influimos en el mundo animal? Supongo que más de lo que deberíamos. Porque digo esto.  Hoy quise ir a tomar un café a una terraza de un restaurante de comida rápida. Debido al estado de alarma, tuve que sentarme a saborear mi café, en las mesas de la terraza. Enseguida me di cuenta, que muchos pájaros estaban rodeando mi mesa. Algo inusual por la cantidad de ellos. Rápidamente me di cuenta que lo que realmente buscaban era comida. Si, parece mentira que el ser humano con su manera de proceder, hemos creado una especie animal, que se han acostumbrado a comer de los desperdicios que todos dejamos en lugares así. Y a consecuencia del Covid 19, y la cuarentena impuesta por la situación, estos animalitos, están hambrientos. Cogí unas patatas fritas y las dejaba casi pegando a mí. Inmediatamente los pajarillos perdieron el miedo (o el hamb...

¡Ay mi bella flor!, mi rosa. No hay otra más hermosa, porque eres la única de admirar, pues no hay otra igual en el lugar. Pues no solo eres una rosa, eres sin duda la más hermosa, que llenaste mi corazón de amor. Con el tiempo mi flor, podrá marchitar, pero a mi rosa, nunca la podré olvidar. Ya qué en mi corazón va a perdurar, todo su amor, y su aroma al respirar. Jacinto Benito Martín. ©©. obra_registrada <script data-ad-client="ca-pub-2687716789531082" async src="https://pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js"></script>

https://www.amazon.es/dp/1097624692/ref=cm_sw_r_cp_apa_fabc_CC6RFbQB7Q38F?_encoding=UTF8&psc=1 En una residencia de ancianos de un pueblo de Salamanca. Reside el señor Miguel, un hombre de cien años. Crea una amistad con el cartero rural, que cada día lleva la prensa y la correspondencia.Con él, tiene cada día una pequeña conversación de la actualidad política. El señor Miguel como ve interés en su nueva amistad por los acontecimientos históricos de su pasado. Se decide a contarle su historia, en el transcurso de 1936. Antes y durante la guerra civil Española, en la provincia de Salamanca.Historia que va enganchando a su nueva amistad. La historia del señor Miguel trascurre en varios sucesos que se desarrollaron en la ciudad, en un año tan convulso para la población. En todos los capítulos nos enseña hechos históricos, como el llamado «tiro en la Plaza».Estos hechos se mezclan con su propia historia personal, con amor, intrigas y situaciones que dejan huella para siempre en él y ...

La vida es como un fruto joven de un árbol, que va madurando cada día con el sol, como si se tratase de la propia vida, el sol, vuelve de nuevo al fruto, a la misma situación. Los años como la propia vida, van pasando, igual que la misma naturaleza va avanzando. ¿Por qué la vida misma, corre tan deprisa? Si la propia vida, no da tiempo ni para vivirla. El ciclo de la vida se vuelve a repetir. Porque ni el sol, ni la tierra lo puede revertir. Inevitablemente la vida tiene: principio y fin. Jacinto Benito Martín. ©©_obra registrada. <script data-ad-client="ca-pub-2687716789531082" async src="https://pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js"></script>

En estos días a consecuencia del confinamiento, por causa del coronavirus, se dan anécdotas, que simplemente con narrarlas, te asombras al escucharlas. No lo digo por ti, ni por ella tampoco. Solo cuento lo que pasó, en aquel balcón. Doña Eulalia, mujer casi cincuentona, entabló una pequeña charla, con Pilar, la joven recién casada (muy guapa la muchacha), que poco tiempo llevaba en esa casa. Las dos asomadas al balcón, contemplando con todo detalle, lo que pasaba a su alrededor. _¡Buenos días Pilar!, cada día te veo más guapa. ¡¿Qué?!, observando a ver quién se salta la cuarentena y darle un toque de atención. _Ya ve doña Eulalia, analizando la situación. _¡Pues si yo te contara lo que pasa…! El otro día sin más, el tío ése, sí, sí, el del perrito saltarín. ¡Sabes!, cuatro veces salió con el chucho. Hasta el pobre animalito, si pudiera hablar; se iba a quejar del maltrato animal. _¡Ah…! _Y el melenas: el del portal número cuatro. No lo digas por ahí… Pero lo vi salir a dar u...

Dicen que no hay palabras vacías, sino personas que no saben expresarlas. Porque una palabra por si sola, tiene mucho significado, solo con hablarla. Alguno sin conocimiento, dirá: “que no,  que una palabra, no sirve para nada”. Sin duda será un personaje tan analfabeto,  que no sabe lo que significa; unión de la palabra. Jacinto Benito Martín.©©_registrado. Visita mi blog y suscríbete: https://carteroescritor.blogspot.com/?m=1 Mis novelas cortas en Amazon: "El Reloj del Bisabuelo" "La Guerra deja Huella" <script data-ad-client="ca-pub-2687716789531082" async src="https://pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js"></script>

Jacinta pensó que después de hacer aquella venta tan oportuna al señorito,  el resto del día iría sobre ruedas. Nada más lejos de la realidad. Aquel día fue verdaderamente malo, calamitoso, más ya no podía ser. Al final de una jornada durísima de trabajo, regresó cabizbaja al corralón. Allí apoyada en la barandilla del patio, estaba su comadre doña Encarna, respirando un poquito de aire fresco y contemplando a los que regresaban del currele. Enseguida vio a Jacinta, su vecina cariñosa, que regresaba de la calle, con su cesta de mimbre llena de novelas, sin haberles dado aire. _¡Ay mi Jacinta!, cara cansa trae mi niña y no me digas na, porque carga de novelas vienes, buen día no has tenido. _No lo sabe usted bien, doña Encarna. No solo me duelen los pies, hasta la lengua doler, de intentar vender. _¡Venga, venga Jacinta! Con ese piquito de oro que mi niña se gasta, seguro que más de un pardillo, ha caído como mínimo una sola vez. _Solo vendí una novelita, a un señorito de ...

N o tenía más remedio que ganarse la vida para comer, aun cuando solo fuera por un trozo de pan. No obstante no le quedaba otra alternativa, si quería conseguir unas cuantas moneditas. Al final tenía que ser así y, debía de ponerse su pañuelo a la cabeza, cesta en mano y salir a patear las calles de su preciosa ciudad. Porque ella lo tenía muy claro, que el jornal nadie se lo iba a regalar. Esta hermosa muchacha, de nombre Jacinta, estaba dispuesta a ponerse el mundo por montera y ganarse la confianza de cualquier lector que pasase junto a ella. Por ganas no iba ser, guapura a raudales no iba a faltar. Solo le quedaba que la suerte le acompañara, y las ventas aumentaran. Aunque el día parecía amanecer triste y melancólico, ella no estaba dispuesta a desfallecer, y con esa altanería de ser la mejor en despachar, cogió su cestita de mimbre y a la calle se echó a vender. Calle arriba, calle abajo, a lo lejos un gran señor, elegante y con posibles diría yo. Jacinta pensó: «¡ Adelante...

Voy a ser franco: hasta hace más o menos unos meses, para mí J.D. Salinger era un total desconocido. Supongo que entra dentro de una aparente normalidad, por un simple hecho. Que yo no tenía mucho conocimiento de escritores internacionales (¿cómo se diría?; escritor norteamericano o estadounidense. Bueno que más da, es un simple detalle). Si realmente lo llegué a conocer, fue gracias a mi hija que me facilitó su libro: « El guardián entre el centeno » . Claro está que no hace falta decir que estaba traducido al español (en su idioma original, imposible lectura para mí). Sin embargo cuando comencé a leer este libro observé varias cuestiones que me gustaron. La primera era que estaba escrito en primera persona (detalle que me gustó muchísimo), y eso que dicen, o por lo menos yo lo he leído que, escribir en primera persona es una actitud (no sé si es correcto decir actitud a una manera de escribir) poco recomendable y que suele ser muy practicada en los escritores noveles (en eso, si...

Otro día enclaustrado en casa. Cuando observo el anochecer, pienso y deseo cuando va acabar esta maldita pandemia. A lo lejos miro como la cebada ha crecido en estos días, sin poder contemplar la belleza de esta primavera. ¡Qué le vamos hacer…! Lo importante es superar todos unidos esta crisis. Por lo menos los niños han tenido la posibilidad de respirar, saltar, jugar y reír de nuevo en la calle. No sé si pronto tendremos una vacuna que nos inmunice del dichoso bicho, que desgraciadamente ha sido letal para muchos ciudadanos en nuestro país. Seguramente al final de todo esto, sacaremos algunas conclusiones, que sin duda nos dará una lección. Como puede ser la solidaridad. Al final se acabará y todos podremos disfrutar de cosas que, antes no le dábamos tanta importancia. Jacinto Benito Martín. <script data-ad-client="ca-pub-2687716789531082" async src="https://pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js"></script>

Campo charro de toro bravo, y de piaras de cerdo ibérico. Miles de encinas milenarias, viven en nuestras tierras. Campos de fanegas de secano en verano se transforma dorado. Perdices, jabalíes y zorros, comparten la tierra con nosotros. En otoño brota hongos y setas, que alimentan nuestras mesas. Sin ninguna duda en estos campos, encontramos todo lo que soñamos. Autor: Jacinto Benito Martín.©©. <script data-ad-client="ca-pub-2687716789531082" async src="https://pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js"></script>

La banda de música anuncia la salida del Cristo de la Agonía. Muy lentamente avanza el paso para solventar el portón de la Iglesia de Las Úrsulas. El jefe de paso, guía con maestría a los cofrades de carga. La imagen baila al son de la música. Con tan solo una mirada, se puede apreciar el esfuerzo que hay tras ella. Van avanzando y, en una voz unísona gritan “¡viva el Cristo de la Agonía!”. Mucha fe a de ser la que procesan a su Cristo, para qué esa carga tan pesada que portan, se trasforme en pasión. Puedo apreciar como algunos llevan desnudos sus pies que rozan con el frío suelo a cada paso que dan. Cientos de personas se aglutinan para presenciar el transcurrir de todos los cofrades de la Hermandad.  Procesan despacio y de forma ordenada por las calles salmantinas. El aroma a incienso es constante e intenso. Solo asoman unos ojos tras el capirote, pero no hace falta ver nada más para ver el orgullo y satisfacción que sienten. Y no es para menos, pues forman parte de una gran h...

Asciendo la montaña, con la mochila cargada, de emociones encontradas. Las vistas hermosas, engrandece la mirada. No escucho nada, en esta calma hallada. Al tocar la cima, respiro las paz deseada. Jacinto Benito Martín. ©©.

Aquel lienzo en blanco enfrente de mí, esperando impacientemente a su pincel. En mi mano derecha la tablilla con diversos colores, preparados para ser mezclados y llenar de vida aquel fondo. Minutos en silencio esperando, respirando suavemente, buscando la inspiración.  No soy yo quien decide la obra, es… la obra la que decide a través de mis manos. Alguien se preguntará: “¿qué es la inspiración?”. No hay duda, es la mezcla perfecta de varios sentimientos, que surgen de tu mente y de tu corazón que, simplemente los pinceles realizan. En ocasiones al terminar de llenar un lienzo con diversas pinceladas, me dicen que soy un artista. No soy yo el que pinta, aunque tuviera cerrados los ojos, mi cuerpo se iluminaria igualmente y, mi mente ejecutaría a través de mis manos, cualquier imagen a la perfección. Seguramente lo realizaría con tal maestría que, hasta ciego cogería vida aquel lienzo vacío y acabaría lleno de luz y de color. Jacinto Benito Martín. (Cuadro pintado por:...

Sobre las cumbres de los Pirineos, aparece un enemigo metiendo miedo. Enemigo muy meticuloso y silencioso, que viene dejando muertos y enfermos. No nos queda otra que luchar, a sabiendas que es difícil derrotar. Ni virus, ni bicho o como quieras  llamar, podrá desanimar a tu pueblo a luchar. Juntos y unidos lo lograremos, no tengo dudas, sí, todos unidos, venceremos al silencioso enemigo. Porque somos más que un pueblo, somos una piña ante el enemigo. Autor: Jacinto Benito Martín.©©. (Dibujo hecho por mis sobrinas Valeria y Emma).

Te imaginas una carrera entre este maravilloso lugar... Pie en salida, disparo al aire. El corazón acelerado entre un mundo prehistórico. Público extraño, aplausos en silencio. Me siento observado, fatigado. Regreso al presente, termino cansado. Jacinto Benito Martín. ©©

Barco de papel, a favor del viento se desliza por la mar. Repleto de sueños… Cargado y portando ilusiones para convertirse en realidad. Soplado por la brisa del mar, el barco navega sin parar, hasta su destino final. Lleva consigo mi cargamento preciado, hasta aquel horizonte deseado, para aligerar en ese puerto, todos mis sueños e ilusiones, para que así se puedan convertir en realidad. Sin duda al descargar esa carga tan preciada, tendré todos mis deseos, para que así pueda disfrutar de todo lo que portó el barco surcando la mar… Cuando desperté, aquel barco de papel, nunca navegó, cuando en hoja se volvió, encontré escrito, todo lo que deseaba en mis sueños, que se hiciera realidad con aquella hoja de papel, con varias dobleces nada más. Sin embargo se convirtió en un barco fantasma que, nunca navegó, ni cargó con mis sueños que en puerto se quedó. Jacinto Benito Martín.©©.

Sueño en qué mi hijo llegue a Europa sano y salvo. Sueño con qué su vida cambie. Aquí no hay futuro, aun cuando su deseo era vivir donde nació, creció y soñó. Sin embargo no tiene más remedio que intentar cambiar su futuro, aunque le cueste la vida en el intento.  ¿Qué pasaría si aquí tuviera herramientas y posibilidades de prosperar?  Es fácil soñar con una respuesta, pero que complicado es la realidad. Quién no le gustaría vivir y soñar con prosperar en su tierra, a todos, sin duda. No obstante, mientras este hecho no ocurra, soñaré que mi hijo y mi pueblo busquen su oportunidad.  Jacinto Benito Martín. (Cuadro pintado por Rocío Benito).

Caliente, frío o templado. Sabor amargo, no obstante su gusto es original. Sin embargo lo importante se desarrolla ante su aroma. En ocasiones en soledad, pensativo, observando a su alrededor. En otros casos, acompañado degustando su sabor y, en una agradable conversación. Cada cual tiene su preferencia. Solo, Irlandés, cortado o con hielo. Pero no hay dudas, siempre, siempre con él, encontrarás y pasarás un rato muy agradable, que te aportará bienestar y felicidad. Jacinto Benito Martín.

Al atardecer observo el castillo del Duque de Alba. Su silueta inalterable durante siglos de historia. Aun cuando el castillo, fue victimas de las llamas, ahí sigue en pie su torreón. Si cada piedra pudiera hablar, cuantas batallas, perdidas o vencidas, podrían contar. Cuántas generaciones han subido por su escalera estrecha que, llega hasta lo más alto de su torre, para divisar toda la vega del Tormes. Desde una legua alrededor de la villa, se divisa el torreón y cuando las tropas del Duque regresaban de aquellas batallas ganadas, cuando lo divisaban, su alma y entre lágrimas decían: “mi Señor, estamos en casa, regresamos al hogar, a nuestra villa de Alba de Tormes”. Jacinto Benito Martin.©© (Fotografía de mi compañera Cristina).

En este día, he tenido de todo. Sin embargo es mejor que anochezca y empezar un nuevo amanecer.

Y... ¿Por qué no? Sí, quiero conocer esa historia. Descubrir cómo relata el autor. ¿Por qué no? Si cuando leo lo que escribe me gusta. ¡Entonces...! Es hora de comprarlo y disfrutar su lectura. Sin duda también es una manera de apoyar al autor. EL RELOJ DEL BISABUELO www.amazon.es/dp/1697890423/ref=cm_sw_r_cp_apa_i_sEWpEbAJESYYR

El sol aprieta por estos lares, la tierra se reseca en demasía. Sí, estamos entre campo de olivares. Aun cuando esta tierra es mayoritariamente de secano, necesita agua del cielo,  para qué su fruto progrese y pronto recolecten su fruto. Como siempre y como debe ser; recoger su fruto con manos expertas, con cuadrillas de aceituneros armados de varas, lienzos y pequeña maquinaria, tratando con mucho cuidado cada oliva. Así, se extraerá su zumo espeso, de color verde esperanza. A continuación obtener el aceite de oliva, de diferentes texturas y sabores, dependiendo de su elaboración y de su denominación de origen. No obstante, podemos y debemos afirmar, que estamos ante el oro verde, no solo por su sabor, sino, porque es un salvoconducto a una larga vida. Jacinto Benito Martín. ©©.

Amanece el día triste, lluvioso. No solo por fuera, sino por dentro. Cuando observo tras la ventana de mi casa, contemplo el arco iris a lo lejos. Parece un rayo multicolor, que sin duda, aumenta la belleza del campo, dándole otro amanecer. Eso me hace pensar, que tras una tristeza, tras una desolación, existe, hay, esperanza para que brote de nuevo la ilusión en tu vida nuevamente, como un arcoíris de colores. Jacinto Benito Martín.©©

El mundo está cambiando, si no educamos, posiblemente desaparezcamos. Al niño enseñar, a qué color depositar. Un joven: “¡qué más da, a mí, me da igual!”, pensando así; la destrucción total. Tú señor, si contigo no va, que mundo dejarás. Esto no es cosa de uno u otros, es cuestión de todos. Jacinto Benito Martín.©©.

En cuanto lo vi pasar junto a mí, los pelos de mi cuerpo se pusieron tiesos como escarpias. El corazón me empezó a latir aceleradamente, y casi me quedo sin respiración. Cuando giró su mirada hacia mí, el color rojo invadió mi rostro. Ya no sabía que hacer, que decir. Aunque nunca me he atrevido hablar con él, porque tengo miedo a su rechazo, a su desprecio, a su incomprensión, oh… ¡Simplemente necesito un poco de valentía por mi parte! Sin embargo solo podía averiguarlo de una manera… Allí entre varias amapolas, se encontraba la diosa del amor, la que todo lo sabe. La agarré con delicadeza, la arranqué con extremo cuidado para no dañar esos pétalos blancos de pureza que, representa el amor eterno. Poco a poco, le solicité su sabio consejo, para que ese último pétalo  me ofreciera su respuesta… ¡Me quiere, no me quiere, me quiere…! Jacinto Benito Martín.©©.

Letras del abecedario, unidas con sentido, forman lo expresado, y todo tiene sentido. Más que palabras, cuando todas juntas, como masa moldeadas, salen las frases deseadas. Importante de cada letra, unidas cuánto significa, separadas no dicen nada, juntas son todo cultura, que leemos, y nos dan enseñanza. Jacinto Benito Martín. ©©

¡Cuántas semejanzas, similitudes, comparaciones, hay en ésta frase! Si observamos bien, nos daremos cuenta lo importante que es; ver y comprender lo que en muchos casos, no se dice, ni se ve. Solo unos pocos visionarios saben distinguir a través de ésas cosas, que se ocultan, o se esconde detrás de una realidad. Que en innumerables ocasiones, nos sorprenderían… Pero, ¿cómo? Positivamente, o negativamente. Y, ¿con qué?, con personas, con hechos, con sentimientos, con cosas. Unos pocos lo verán y comprenderán, los otros seguirán en la oscuridad. Jacinto Benito Martín.

Quería tener una experiencia diferente, y por ese motivo, decidí visitar un bosque en pleno otoño y pasear entre su vegetación. En soledad humana, me adentré dentro de un mundo mágico de colores. Con diferentes especies de árboles, donde se mezclan las hojas perennes y hojas amarillentas que, caen lentamente a capricho del viento. Respirar su aire puro… Que te hace sentir aromas indescriptibles. Escuchar un ruido ensordecedor de la gran fauna que vive en su interior, que para mis oídos, es música celestial. Todas esas sensaciones mezcladas hacen sanar a el cuerpo y, al espíritu. No tengo dudas; si el hombre destruye este paraíso, nos condenamos a la desaparición humana. Porque todos somos parte del bosque. Jacinto Benito Martín. ©©